Siendo la infancia, un periodo de cambios evolutivos tan rápidos y continuos, para el que ningún padre ha sido entrenado, es normal, que a
menudo, sientas confusión y no sepas si estás ayudando a tu hijo o hija de la mejor manera.
A veces son los centros educativos quienes te alertan de que algo va mal. Puede ser en su conducta, en sus relaciones con los iguales o los mayores, o en el rendimiento académico.
Otras veces eres tú quien te preocupas porque el niño o la niña se muestra con excesiva ansiedad, tristeza o enfadado de forma persistente. También puedes sentirte desbordado por sus problemas de conducta, como desobediencia y desafío, rabietas, conductas agresivas, celos…
Podemos ayudarte en cualquiera de estas situaciones, a menudo, con técnicas muy sencillas. También te aconsejamos pedir asesoramiento, si sabes a ciencia cierta, que el niño o niña ha pasado por alguna situación crítica o traumática, como el maltrato, el abuso sexual o el acoso de compañeros.
O si ha sufrido cambios importantes en su vida, como el divorcio de sus padres, el cambio de ciudad o colegio o la pérdida de algún ser querido. Te ayudamos a actuar con rapidez y eficacia para prevenir problemas futuros.
Queremos niños sanos y felices.